El océano... Octubre... Todo lo que hay es esa maldita letra O.

Necesito la O. La ansío, incluso sueño con ella.

Mi nombre es Olivia y este es mi diario... de una virgen. Sí, a la edad de 24 estoy sola y no usé la O. Y encima de todo ello, con una cereza brillante, soy profesora de primer grado.

No hay muchas esperanzas que conozca al Príncipe Azul en mi lugar de trabajo.

Vivo con mi hiperactivo Yorkie y una gran imaginación. Y desprecio la letra O.

Acompaña a Olivia Olander en su salvaje e histérico viaje mientras persigue a la elusiva O.

Puede que odie a la oscura O ahora, pero el oficial Oren O'Brien no ha iluminado su mundo.

¿Aprenderá Olivia a querer la O, o será maldecida con su persistente presencia el resto de su vida?

Descúbrelo en el diario de una virgen.