Cuando Chloe Molloy comienza a ver a un hombre rubio y de ojos grises que nadie más puede, está segura de que se está volviendo loca. Este misterioso tipo se hace llamar Dmitri y dice que es su ángel de la guarda quien se supone que la ayudará a reunirse con el espléndido soltero Trevor Malone. Le resulta difícil creer que Dmitri fue enviado por Dios; el tipo es irritante, desagradable y directo. Aún así, no tiene más remedio que seguir su estúpida trama. Solo a medida que pasa el tiempo comienza a darse cuenta de que Dmitri puede ser su ángel guardián después de todo. 

Solo hay un problema. Ella se está enamorando de él. Su pasión está prohibida. Es ilegal. Tambien, imparable.