Solo di te amo
febrero 02, 2019
Soy Gabriela Marie Cayoux, la menor de cuatro hermanos. Te contaré cómo saqué adelante el negocio familiar a pesar de todas las predicciones negativas y oposiciones de quienes estaban muy interesados en que fallara.
Mis padres y mis abuelos fundaron un pequeño hotel a orillas de Playa Dorada, en Puerto Plata (República Dominicana). Una isla caribeña situada entre Puerto Rico, Jamaica y Cuba, o mejor aún, como diría nuestro extinto poeta Pedro Mir:
«Hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
Oriundo de la noche.
Colocado
en un inverosímil archipiélago
de azúcar y de alcohol».
Mi naturaleza es perseverante, soy de esas personas que cuanto más le dicen que no se puede, más ve las posibilidades por doquier. Mi padre siempre me dice: «Gabi, si no eres capaz de soñar, nunca necesitarás tener alas, pero si no tienes alas, no habrá meta que puedas alcanzar».
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