Déjame ser como soy, en una eternidad a tu lado.

A sus treinta años Rhys, Crimson, Badmoon tiene una maravillosa vida planeada. Aunque no por él. Habiendo nacido como cambiaforma y siendo el único lobo rojo gigante visto en los últimos quinientos años, todos esperan que sea perfecto. Feroz, poderoso, inconmovible y letal porque eso es todo lo que un Alfa pura sangre, como él, podría ser.

Comprometido con la primogénita del clan Pardo del Sur y habiendo tomado el control de la manada más poderosa del país, él está tratando de mantenerse de pie. O eso cree. Pero cuando Arian, Snow, Blackheart decide volver luego de trece años de exilio, Rhys siente el inconfundible llamado del apareamiento. Esto estaría bien si Arian no fuera una paria: el bastardo albino de un inclemente lobo negro y un débil e inútil Omega indeseable. Aún más, eso tampoco sería un problema si no fuera otro jodido hombre.

Sin embargo, Arian no es el mismo debilucho que Rhys recuerda. Más alto y lleno de músculos, es la cosa más sexi que hubiera visto en su vida. Y cuando su lobo decide que quiere reclamarlo, Rhys no tiene opción más que obedecer